Implantología

Los últimos avances de la odontología nos permiten ofrecerte solución definitiva a la pérdida de piezas dentales. Sin prótesis o la sensación de llevar un postizo, el implante dental restituye completamente la integridad de la dentadura. Podrás reír y comer con absoluta normalidad sabiendo que tus dientes están seguros en su sitio. Si bien el resultado es inmejorable, el procedimiento es relativamente sencillo; un implante se consigue mediante la instalación en la mandíbula de un tornillo de titanio (un metal que no genera el rechazo del cuerpo, y que cicatriza junto al hueso) que actuará como la raíz del nuevo diente. Sobre éste tornillo se colocará la prótesis cerámica, que a partir de entonces se sentirá como un diente natural. El implante es una técnica demostradamente segura que ayuda a la regeneración del hueso y tejido que sujeta los dientes, ya que en ausencia de los mismos éstos se debilitan; una vez colocado el implante, tu cuerpo lo reconocerá como parte de ti y crecerá a su alrededor. Los implantes, por supuesto, no necesitan adhesivo para mantenerse en su lugar; nunca más sentirás la incomodidad de una dentadura mal adaptada.
Normalmente no se instalan implantes en personas de menos de 18 años de edad, pues necesitan de tejido óseo plenamente desarrollado. Más allá de esto, no hay límite a la variedad con la que se presentan los implantes, totalmente adaptables a tus necesidades. Tanto como si requiere de la sustitución de un solo diente, varios o toda la dentadura, el tratamiento es totalmente personalizado y acorde a las características de su mandíbula. La intervención es corta y se realiza con anestesia, y siempre va precedida de un examen dental minucioso y una radiografía que nos permiten planificar el tratamiento de la forma más eficiente. Los dientes nuevos son moldeados a mano por un técnico especializado, que garantiza un resultado absolutamente natural que encaje a la perfección con la fisionomía de su dentadura.